Para rehabilitar algo hay que tener cierta “sensibilidad”. No se trata de hacer paredes derechas, colocar azulejo liso o hacer un tejado que no meta agua,...
¡No!. ¡No se trata de eso!.
Se trata de aprovechar al máximo lo que ya hay, de recuperarlo, de “rejuvenecerlo”, de conseguir, con la obra nueva, que se ejecute aportando un valor añadido, que el conjunto resulte armónico,...